el precipicio
sin entender aun muy bien porqué
me asomé a aquel precipicio
y vi la inmensidad
de lo que no se alcanza a ver
la lejanía de las ideas
la utopía de los sueños
que más que ver se adivinan
se anhelan y se persiguen
aunque mi cuerpo estaba agotado
mi cabeza no descansaba
en aquel trepidante
amontonamiento de ideas
aquella sinrazón de sueños
como si viajase a toda velocidad
por los pasillos del supermercado
de los sueños
intentando desesperadamente
llenar mi carrito
antes de que el cruel reloj
y la voz monótona e indiferente
de los altavoces de aquel sitio
indicasen que había que dejarlo ya
que todo estaba cumplido
que había que pasar por caja
para pagar los anhelos elegidos
en aquel último día
de rebajas de sueños
porque ya nadie más soñaría
hasta el próximo año
porque ya todos se tendrían
que conformar con lo que tienen
porque no se permitiría
imaginar otros mundos
o querer vivir otras vidas
ni buscar otros sentimientos
en las historias de los otros
pero allí estaba yo
asomado a aquel precipicio sin final
a aquel agujero hacia ninguna parte
hacia ninguna parte conocida
que la razón entienda
pero que el corazón quiere probar
porque él no sabe de razón
él está en continua búsqueda
aunque con frecuencia
se agote de buscar sin hallar
sentimientos que emocionen su latir
que conmuevan su emoción
que den ritmo a sus movimientos
quitándoles así esa cadencia aburrida
y mi corazón pudo con mi razón
poco importaba que el mercado de sueños
hubiese cerrado ya sus puertas
poco importaban aquellas estúpidas reglas
aquellos frenos a la imaginación
aquel prohibir el sentimiento
aquel vetar la emoción
y le convenció de que ordenase
a mis piernas dar el mayor de los saltos
hacia adelante
y dejarse caer en aquel precipicio
y dejarse volar
hacia aquel mundo de sueños
hacia aquel sitio donde
no soñar es no vivir
donde no anhelar es no respirar
donde no sentir es no latir
me asomé a aquel precipicio
y vi la inmensidad
de lo que no se alcanza a ver
la lejanía de las ideas
la utopía de los sueños
que más que ver se adivinan
se anhelan y se persiguen
aunque mi cuerpo estaba agotado
mi cabeza no descansaba
en aquel trepidante
amontonamiento de ideas
aquella sinrazón de sueños
como si viajase a toda velocidad
por los pasillos del supermercado
de los sueños
intentando desesperadamente
llenar mi carrito
antes de que el cruel reloj
y la voz monótona e indiferente
de los altavoces de aquel sitio
indicasen que había que dejarlo ya
que todo estaba cumplido
que había que pasar por caja
para pagar los anhelos elegidos
en aquel último día
de rebajas de sueños
porque ya nadie más soñaría
hasta el próximo año
porque ya todos se tendrían
que conformar con lo que tienen
porque no se permitiría
imaginar otros mundos
o querer vivir otras vidas
ni buscar otros sentimientos
en las historias de los otros
pero allí estaba yo
asomado a aquel precipicio sin final
a aquel agujero hacia ninguna parte
hacia ninguna parte conocida
que la razón entienda
pero que el corazón quiere probar
porque él no sabe de razón
él está en continua búsqueda
aunque con frecuencia
se agote de buscar sin hallar
sentimientos que emocionen su latir
que conmuevan su emoción
que den ritmo a sus movimientos
quitándoles así esa cadencia aburrida
y mi corazón pudo con mi razón
poco importaba que el mercado de sueños
hubiese cerrado ya sus puertas
poco importaban aquellas estúpidas reglas
aquellos frenos a la imaginación
aquel prohibir el sentimiento
aquel vetar la emoción
y le convenció de que ordenase
a mis piernas dar el mayor de los saltos
hacia adelante
y dejarse caer en aquel precipicio
y dejarse volar
hacia aquel mundo de sueños
hacia aquel sitio donde
no soñar es no vivir
donde no anhelar es no respirar
donde no sentir es no latir
4 comentarios
Lidia -
Un beso muy grande
lunaaaaa -
isiv -
lunaaaaa -